Blogia
desahogandome

decimoséptimo deshaogo con un cuento

¿Qué es más importante: el amor o el dinero?

 

Bonita cuestión.

 

Conducía por una de las modernas autovías, relajado y sin prisas, seguramente con Calamaro de fondo, mientras ella, que creía haber realizado una pregunta retórica, oteaba por mi respuesta que no llegaba.

 

Guiaba el Clio y meditaba al respecto, algo dijo ella que no recuerdo. Por un momento me creyó enfadado, tal vez desencantado; la magia dura lo que dura. Y punto. Y lo que dura, se acaba.

 

Atónita, un minuto después, escuchó mi respuesta a la par que yo mismo: “sin duda alguna, el dinero“.

 

Se ríe; sonríe. No me cree. Seguramente, piensa, quiero provocarla. No duda: es más importante el amor y alguien tan reflexivo y tan humano no puede pensar lo contrario, no puede ser tan materialista.

 

Viéndola venir (y aquí cada cual que emplee su imaginación como plazca), reitero y argumento: “es más importante el dinero”. Y prosigo: porque lo dice Andrés, raudo-rock, con notas de blues: “no se puede vivir del amor” (mi, la, si, mi).

 

¡Y qué razón tiene!

 

Porque aquí, tal vez, en este primer mundo, para muchos (que no todos, siempre hay desvergonzados) sea más importante el amor; mientras que para el 70% de seres humanos lo es comer. Y el amor no se come.

 

Moraleja: nosotros que podemos ser humanos, seámoslo.

0 comentarios