trigésimo segundo desahogo altas horas y relax
Primera vez sobre este editor. Olvidado hoy Bill Gates, aunque algo tendrá que ver con ésto, a mi pesar.
la espalda doblada, contorsionada, contractura dicen, que si es laboral, que si es enfermedad común
¡qué más da si la jodida es mi espalda! un osteópata simpático me ha dado unas buenas ostias, mañana más.
El miolastán y la marihuana actúan ya. En el 50, en la Odisea, flipo con el mar. Porno a estas horas ¡no por favor!
en la cama me espera el calor, pero quiero dejar estos últimos latidos aquí grabados, en multicolor.
ya tengo la foto, ya tengo la flor.
Andale Mono, mira que es feo el nombre. Peor elegido el color que nubla mi ya cansada vista, embuelta no tan lejos en el fondo del océano que tanto añoro.
Y os cuento. Viví en la isla del tesoro, llena de cocos, y tiburones puntas blancas, que descansaban a tu lado mientras esperabas a sus primos no tan lejanos, de cabeza martillo.
Añoro la paz y la vida tan lejana del fondo del mar. Añoro aquellas profundas amistades y un chiste de un viudo inglés, viajero, con su hijo inberbe de pelo en pecho, que comparto.
- ¿cómo se llama una persona que habla dos idiomas? bilingüe.
- ¿si habla tres? Trilingüe y cuatro, cuatrilingüe.
- ¿y si habla una? ...... monolingüe?
- NOOOOOO. ¡ Inglés !
Sabio él.
Mañana más después de está subconsciente desnudez. María relajó la mente, la droga de farmacia los músculos, y los párpados pelean por seguir en el 50, en el fondo del mar. Añorando cierta paz.
Confesando que mañana pecaré, seguro. Aunque sea sólo por joder a los que adoctrinan a creer en el diablo, pero siempre con mucho amor, que sin duda os regalo. A todas primero... y ello confieso, no es sino la desnudez de mi plena conciencia.
Abandono ahora sí, parida la parida para ser mañana un payaso feliz, y aseguro que mi otro yo, el dormido que tanto añoro, vivirá nuevas y geniales aventuras. ¡Cómo os deseo!
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