trigésimo cuarto desahogo del agua que nunca beberé
Dice el dicho que no es aconsejable escupir al cielo porque te puede bañar tu propia saliva (o más). Es mentira: mirad como escupen en perfecta perpendicularidad políticos y alto clero para obtener beneficios. Y siguen. Y siguen. Luego funciona.
No pecaré y dejaré de ser abstencionista por un tiempo: el que dure está sintonía.
No miraré a los ojos de la gente y disfrazaré con gafas oscuras mis más denigrantes intenciones; confieso que a tan baja altura siento vergüenza, pero seguiré: oiré, pero jamás escucharé; confieso que no se si sabré vivir con tanto silencio. Así que haré más: desterraré cualquier idea ajena de mi mente; confieso: qué horror vivir siempre en la razón más absoluta. No me quedará otra: si tienes que morir, mueres; confieso que no sabría encontrar un argumento que lleve a un hombre a la muerte.
Confieso: no puedo más. ¡Prefiero pecar y abstenerme!
1 comentario
Ricardo Colomer -
Salud...os